Nº 209. PULSACIÓN
Bajo el cielo azul, pasa la vida. No busca asiento. Serena o turbulenta,
discurre por las amplias estancias del pensar y por los recovecos del sentir.
Bajo el cielo gris, pasa la vida. Errante y perseguidora, no toma
respiro pariendo el futuro de las huellas.
Bajo el cielo veraniego, pasa la vida. En un aparente desperezo
interminable, se adereza con sal y arena.
Bajo el cielo invernal, pasa la vida. En el calor del hogar, crepita
como troncos generosos y ardientes.
Bajo el cielo, uniforme o policromado, la vida alumbra latidos: sístole a
sístole, diástole a diástole. La existencia palpita.
Abrazar esta pulsasión es el buen hacer del arte. De ahí su necesidad. Buena
semana.
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