domingo, 25 de diciembre de 2016

nº 180 AMALFITANO, AGRICULTOR

Amalfitano es un hombre que ocupa poco espacio físico. A pesar de su corpulencia, herencia materna, pasa de puntillas por las horas de sus días .Cuesta recordar el momento en el que abandona una estancia o llega a un lugar .No es amigo de estridencias.
Sin embargo, Amalfitano es feliz.
Ha acumulado más de medio siglo y ahora su andar es sigiloso. Otrora, inmerso en una suerte de montaña rusa vital, siempre estaba en el candelero: amplia sonrisa que devenía, frecuentemente, en carcajada; palabra altisonante, presencia constante, a la última en todo, el primero en ser nombrado… en fin, que vivía en modo foco.
Pero un día Amalfitano vira hacia su interior y comprende que tanta coreografía sobra. A partir de aquí se hace agricultor de sí mismo: rotura su suelo en barbecho, remueve lo que había sido terreno baldío, siembra silencio y consciencia, contempla los brotes de la calma que han crecido y pintan su estar con un esperanzador verdor.
Comparte con iguales y desiguales lo que su corazón considera oportuno. Respira, actúa, se compromete, en su medida.
Rechaza el protagonismo que no incluye la ternura.
Y al anochecer abraza el arte….con arte.
Buena semana…… la anterior y la próxima.


domingo, 11 de diciembre de 2016

nº 179 YOYMISCIRCUNSTANCIAS SALIÓ DEL GRUPO….

Demoró el momento de tocar justo en la flecha roja que le haría salir del grupo de whatsapp en el que se encontró dos meses atrás.
Al verse añadida por un número que para ella era totalmente desconocido sintió una gran curiosidad que fue satisfecha en pocos minutos. Con el reconocimiento del administrador del grupo llegaron los recuerdos de otra época en la que compartiera trabajo con diez personas en un recóndito lugar que favoreciera el establecimiento de vínculos afectivos. Rememoró aquella geografía agreste, las interminables charlas tras el horario laboral y cómo esos seres desconocidos pasaron a ser una parte importante de su paisaje humano. Tras los dos años compartidos, ella tomó un rumbo que la fue distanciando poco a poco de aquel familiar clan. Recordaba que las llamadas se fueron espaciando y aunque concluían con el  recurrente “tenemos que vernos” el caso es que  al tiempo que el tiempo pasaba se fue levantando una empalizada que trocó la vivencia en recuerdo.
Una vez incorporada al grupo se bañó en la catarata de mensajes con tanta información sobre esos extraños que volvían para revivir otro aire, otro estar, que empezó a vivir en una suerte de irrealidad a medio camino entre el pasado y el presente.
Y empezó el bucle en el que giraban una y otra vez los deseos de cercanía y los impedimentos para aglutinar presencias. Sesenta días estuvo pendiente de emoticonos y frases minimalistas, de videos de lugares comunes, de cadenas que la encadenaban ordenando a quiénes y a cuántos tenía que pasar el mensaje, supuestamente amigable, so pena de que las siete plagas arrasaran con ella. Era un no parar. Así estuvo casi toda la estación primaveral, intentando unir rostros recorridos por los años con las imágenes que su corazón y su mente arropaban desde décadas.
Y  un día decidió salir del grupo.
Pasó una semana  hasta que encontrara las palabras  que darían por finiquitado su estancia en aquella tertulia virtual. Y recién hubo abandonado ese resquicio del pasado , ritual de sabor agridulce, cuando sonó una señal que le avisaba de que había sido añadida a otro grupo…….

Buena semana

domingo, 4 de diciembre de 2016

Nº 178 SE VACIÓ EL ALGIBE

Representó  el futuro en su mejor versión.
El corazón, aunque valiente, castañeó
Respiró, agradeció y soltó
Su mente bailó la danza del abrazo al porvenir.
Se sintió quatum y galaxia.
Trocó certezas por posibilidades.
Se vació el algibe. 
Retornó al manantial.
Optó por vivir.
Buena semana