domingo, 12 de julio de 2015

SER HOMBRE ES TAMBIÉN RESPETAR EL NO DE LA MUJER

La época de fiesta es un medio de aglutinar a una comunidad; a veces, el motivo es religioso o laico; en otras, militar o civil; el momento de celebración grupal es periódico y ocupa la mente y el corazón de quienes participan en dicho evento: tanto en la anticipación del gozo como  en el tiempo que transcurre y después, con el barniz del recuerdo.
Los instantes de diversión colectiva configuran una estela brillante que pone luz en la rutina, relaja tensiones y busca el placer; es una catarsis de la sociedad que coquetea con el lado amable de la vida y llena el depósito vital de la energía necesaria para transitar por las autopistas, carreteras y veredas cotidianas.
Con la feria se troca la rutina e impera la diversión.
Pero a veces predomina el desatino y ocurre que  una hora y media después de la función de los Enanos en la Alameda, una mujer de 27 años, hasta el momento anónima, salta a la primera plana de los medios de comunicación, víctima del asesinato por parte de una persona siniestra con quien había mantenido una relación de amor. Laura murió. No pudo sobreponerse al fatal abrazo que le abrazó. Laura falleció con sufrimiento. Fue en una isla del Atlántico. Ocurrió en La Palma.
La fiesta se apagó, no solo para Laura.
 El interrogante pone el acento en el porqué.
La población se pregunta qué hacer; nada devolverá la vida a Laura víctima de la violencia de género.
 La población se pregunta hasta cuándo; Laura es el nombre de una larga lista macabra, a veces nombradas, muchas silenciadas.
La  población se pregunta para qué; quizás habría que recordar el dicho sabio que sentencia quién ama, no mata y parece que por desgracia, el próximo 25 de noviembre habrá que recordar (que no festejar) la lucha contra la violencia de género.

No es un asunto individual, es un tema político, de justicia social, de educación, de salud, de poder. Habrá que recordar que la dignidad es un atuendo que le sienta a las mil maravillas también a la mujer; habrá que insistir que en una relación  debe primar por encima de todo la voluntariedad real; y sobre todo tener claro que cuando una mujer dice NO, quiere decir NO. Buena semana.

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