domingo, 22 de diciembre de 2013

LOS INTERESAMIGOS SON DE CIENCIAS, SABEN CALCULAR

Angustias se encontraba  junto a los estantes de los  botes de legumbres    en busca de  las judías tiernas con las que pensaba agasajar a su compañero de trabajo Rodrigo. Llevaban dos años sin verse desde que él cambió de residencia por un ajuste  de la empresa que lo destinó a otro país. Rodrigo saboreaba con auténtico placer el plato que Angustias cocinaba, especialmente en los días de invierno, y en alguna ocasión, en cierta jornada estival, petición del colega a la que, como siempre, Angustias accedía, aunque para ello hubiera de contrariar el ritmo de las estaciones. Bien es verdad que ese verano el gusto del jamón, añadido como toque final en la cocción, les acompañó con absoluta fidelidad dos sofocantes días con sus acaloradas noches.
Pocas cosas podía negarle Angustias a su amigo; como Epicuro ,pensaba que la amistad era el heraldo que invita a la felicidad y procuraba cultivar esa delicada orquídea del comportamiento a base de llamadas periódicas, achuchones inesperados, sonrisas acogedoras, miradas cómplices o …….. judías tiernas.
Angustias conoció a Rodrigo cerca de dos  décadas atrás,  en un remoto paraje; unidos por un compromiso laboral, el aislamiento del lugar favoreció confidencias que terminaron en coincidencias y desde entonces, al menos una vez cada mes, ambos amigos hacían una puesta a punto dialéctica tan saludable como un buen circuito de talasoterapia.
Angustias mientras freía las cebollas en su cocina, pensaba en la importancia de tener buenos amigos, esas personas que por azar o necesidad llegan a tu vida y se instalan desdeñando otros tipos de roce tales como  conocidos, compañeros o interesamigos. Esta última especie no da gusto a ningún vínculo estrecho sino que el trato que genera  es  soso, aguado y frío. Los interesamigos no reservan nunca en su agenda vital el espacio para  perder (¿ ganar?) el tiempo con sus supuestos iguales afectivos  en la cotidianeidad, sea esta diaria, semanal, mensual o anual. No necesitan explicitar  la correspondencia en los ritos de esta forma de  querer. Para los interesamigos los demás están fundamentalmente para resolver sus problemas. Son funcionales. A menudo los interesamigos son personas con mucho éxito económico y en ello invierten gran cantidad de energía. Para estas personas la empatía se transforma  en un contundente empamí (como diría  la escritora Elizabeth López Caballero). Algunos interesamigos tienen poder, capacidad de deslumbramiento y una gélida agenda de posibles gestores.

Lástima que no tengan en su paisaje humano a alguien dispuesto  desde la constancia a emplear  varias horas  en la preparación de un buen plato calentito de judías tiernas .Buena semana.






4 comentarios:

  1. Los interesamigos te dejan una sensación de pérdida de tiempo, cuando has dejado de ser útil para sus intereses y te hacen el vacío.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí. Pero esa sensación de pérdida de tiempo se diluye como la neblina por su falta de consistencia.No es perder el tiempo saber con quién puedes establecer complicidades y con quién no.

      Eliminar
  2. Un tiempo valioso que ya no se recupera; un esfuerzo inútil, porque obtienes indiferencia por respuesta.

    ResponderEliminar
  3. Los interesamigos son aves de paso y no existe imagen o palabra que se pose en ellos de forma afectuosa. Para mí que el tiempo es valioso no por sí únicamente sino que su valía depende de la intesidad con que se viva y del aprecio con que se le recuerde.. Los dos casos al unísono no se dan en relación a los interesamigos.

    ResponderEliminar